Desde que nacemos nos hacemos parte de una familia, surgiendo una serie de derechos como el de ser amado, cuidado, alimentado, educado y protegido de todas las formas posibles.
La familia es esa célula básica de la sociedad donde debemos recibir lo que necesitamos para alcanzar el pleno y armonioso desarrollo de nuestra vida, personalidad y dignidad.
De ello depende en gran medida la clase de persona que somos, la calidad de vida que alcanzamos, cómo nos sentimos internamente y el final que lleguemos a tener. Es por ello que las sociedades se esfuerzan en crear las estructuras legales que brinden esa especial protección que requiere.
El Derecho de Familia es el conjunto de reglas que organizan las relaciones personales y patrimoniales de los integrantes de una familia, reconociendo que existen deberes y derechos recíprocos. En este concepto no podemos perder de vista que también hay situaciones en las que una persona, no tiene una familia de sangre pero sí de corazón, lo que también requiere protección jurídica.
Como profesional del derecho, me he desempeñado en el derecho de familia, primero en el Órgano Judicial administrando justicia y ahora como abogada independiente; y, la experiencia desde ambos lados me permite decir que conocer los derechos y obligaciones familiares puede hacer la gran diferencia entre la armonía y el conflicto.
Cuando una persona no conoce cuáles son sus derechos y sus compromisos familiares, se expone a no ejercerlos bien o a no saber defenderlos.
¿Cuántas personas llevan una vida familiar “normal” y de repente todo cambia, debiendo afrontar una multiplicidad de situaciones que van desde el shock emocional hasta el desequilibrio económico?
Son muchas las situaciones que de un segundo al otro pueden surgir en el ámbito familiar y lamentablemente la generalidad de las personas no están preparadas ni organizadas para afrontar todas las consecuencias que se les vienen encima.
Por eso es importante empezar a trabajar en un CAMBIO DE CULTURA de forma tal que se promueva la auto-responsabilidad de conocer nuestros deberes y derechos así como la forma de ejercerlos.
Todo abogado de familia tiene la responsabilidad de ejercer un rol orientador y promover entre clientes y amigos la cultura del conocimiento de sus deberes y derechos familiares; e igualmente, ante el planteamiento de una situación de conflicto, debe buscar alternativas éticas y legales enfocadas a la solución del problema familiar siempre procurando la salvaguarda de la dignidad y derechos del cliente en equilibrio con las relaciones que deben subsistir entre los diferentes integrantes de su familia.
A la familia hay que cuidarla, protegerla y defenderla y la mejor forma de hacerlo es democratizando el conocimiento del derecho de familia, ayudándolas a resolver sus conflictos y facilitando el acceso a la justicia.
Ojalá que a través de este espacio logre despertar la curiosidad por conocer todo lo que podemos ganar y prevenir si conocemos nuestros derechos como pareja, como padres, como hijos, como hermanos y en general como seres humanos.
Bienvenidos.
KATHIA LORENA BEDOYA GONZÁLEZ
Perfil
Experiencia Profesional
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25 años de experiencia profesional dedicada al derecho de familia, niñez y adolescencia, derechos humanos de las personas con discapacidad y de la tercera edad
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Actualmente abogada litigante y consultora legal
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Fue Docente en la cátedra de Derecho de Familia en la Universidad Santa María la Antigua, sede de Chiriquí
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Ha sido expositora en diversos foros relacionados a temas del derecho de familia, derechos humanos, discapacidad, perspectiva de género, derecho procesal, derecho probatorio y acceso a la justicia
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Entre los años 1993 y 2016 laboró en el Órgano Judicial, donde entre otros cargos se desempeñó como:
Juez Primera Seccional de Familia de Chiriquí. - Juez Cuarta Seccional de Familia de Panamá.
- Magistrada Suplente de Tribunal Superior de Familia.
- Coordinadora del Proyecto de Modernización y Desarrollo Institucional de la Comunidad Europea.
- Asistente de Juez, Asistente de Magistrado y Oficial Mayor.
- Facilitadora de la Escuela Judicial en temas relacionados al derecho de familia y de niñez y adolescencia, derechos humanos, personas en condición de vulnerabilidad de sus derechos, gerencia judicial efectiva y derecho procesal de familia.
- Integrante del equipo de trabajo y negociador que logró la aprobación de la Ley de Carrera Judicial.
Formación Académica
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Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Panamá
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Maestría Ejecutiva en Administración de Instituciones de Justicia de la Universidad Santa María la Antigua, sede de Chiriquí
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Diplomado en Mediación, Negociación y Arbitraje en la Universidad de Panamá
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Curso habilitante del Sistema Penal Acusatorio en el Instituto Superior de la Judicatura del Órgano Judicial de Panamá
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Diplomado en Derecho Constitucional en la Universidad Santa María La Antigua
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Diplomado en Prevención y Lucha contra la Corrupción en la Universidad Santa María La Antigua
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Diplomado en Derecho Financiero y Tributario en la Universidad Latina
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Cursos de Derechos Humanos, Derecho Civil, Derecho Procesal, Derecho Internacional, Sistema Penal Acusatorio, entre otros
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Diplomado en Formación y Creación de Empresas de la Universidad Latina
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Diplomado en Liderazgo para la Transformación en la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa
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Estudios en Perfeccionamiento Docente en la Universidad Autónoma de Chiriquí
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Seminario Taller de Casación Civil en la Universidad Santa María la Antigua
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Curso de creación literaria “Escriba y Publique su Libro” en la Universidad Santa María La Antigua
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Primer Entrenamiento Básico en Prácticas Colaborativas Interdisciplinarias.
Actividad Gremial
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Miembro del Colegio Nacional de Abogados (C.N.A)
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Miembro de la Unión Nacional de Abogadas (U.N.A)
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Socia activa de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (APEDE)
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Formó parte del Proyecto Canal de Empresarias de Ciudad del Saber. (2016)
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Fue socia activa y miembro de la Junta Directiva Nacional de la Asociación de Magistradas y Juezas de Panamá (AMAJUP)
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Fue socia activa de la Asociación Panameña de Magistrados y Jueces (ASPAMAJ)
Misión, Visión y Valores
Servicios ofrecidos
Principales áreas de práctica
Honorarios Profesionales
Los honorarios profesionales deben ser justos tanto para el cliente como para la abogada, objetivos de acuerdo a las circunstancias particulares del caso, y realistas.
Algunos criterios que nos guían al momento de negociar honorarios profesionales son los siguientes:
- La importancia de los servicios requeridos por el cliente.
- La expectativa del resultado personal y familiar esperado.
- El tiempo y esfuerzo que la abogada va a invertir en la atención del caso, de acuerdo a su complejidad y conflictividad.
- La novedad o dificultad de los problemas familiares y jurídicos planteados.
- El grado de preparación, experiencia, reputación, habilidad y especialidad en la materia de la abogada, quien cuenta con 25 años de experiencia en la Jurisdicción de Familia, como Juez Seccional de Familia, Magistrada Suplente de Tribunal , Superior y Abogada litigante.
- El nivel de conflictividad de las otras personas involucradas en la controversia, lo que contempla la posibilidad de que la abogada pueda quedar impedida de patrocinar otros asuntos con motivo de su participación en el proceso del cliente.
- Las limitaciones de tiempo que el caso conlleva, lo que puede estar determinado por la naturaleza del asunto o como consecuencia de lo que el cliente ha hecho o dejado de hacer antes de llegar a la consulta.
- La duración del proceso.
- Tratándose de procesos familiares de carácter patrimonial, el monto que está en juego, por ejemplo el valor del patrimonio que se va a proteger o perseguir según sea el caso.
- La utilización de técnicas de argumentación jurídica especializada.
Mediación Familiar
Cuando surge un conflicto personal, generalmente la primera idea que surge es demandar. Emociones como el enojo, la frustración, la tristeza y el desamparo llevan muchas veces a reacciones que no siempre son las más saludables.
En esa escalada de emociones que siempre traen consigo los controversias familiares, perdemos de perspectiva que hay otras alternativas menos conflictivas que nos pueden llevar a una solución que sea mucho más satisfactoria y efectiva.
Por eso es muy importante darse un breve espacio de reflexión y buscar asesoría idónea que realmente le de luces sobre el mejor camino a seguir.
En este contexto, póngase a pensar qué es mejor: ¿una decisión impuesta por un juez que esté sometida a recursos o incumplimientos por la otra parte, o un acuerdo que tal vez no sea exactamente lo que usted quiera pero en el que exista el compromiso de ambas partes en cumplirlo?
Al responderse esa interrogante, tenga presente que la realidad es que si bien, la justicia está llamada a ser rápida, expedita, ininterrumpida y efectiva, en realidad no lo es.
Los procesos judiciales son casi siempre burocráticos, interminables, costosos por los honorarios profesionales y los gastos del proceso, desgastantes por la inversión de tiempo y emociones.
Por ello, es importante saber que si bien, la mayoría de los conflictos legales requieren en alguna fase la intervención de un juez que le fuerza judicial a la solución del problema, eso no evita que podamos acudir a los MÉTODOS ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS como son la negociación, la conciliación y la MEDIACIÓN.
Cuando se enfrentan problemas familiares como los que generan el divorcio, la guarda crianza, el régimen de visitas, alimentos, la división de bienes y otros, lo ideal es que sean las partes en conflicto quienes decidan qué se va a hacer, cómo y cuándo, lo que se puede lograr con la guía de un profesional experto en negociación, conciliación o mediación.
¿Por qué pensar en mediación? Pues porque todo ser humano merece vivir en un ambiente de paz en el que se procure la armonía familiar.
Cuando se trata de asuntos familiares, en la mayoría de los casos es mejor un mal arreglo que un muy buen pleito porque si la relación familiar está mal, con un proceso judicial conflictivo va a quedar peor, lo que no es saludable para nadie y menos si hay hijos en común.
Con el fin de brindar una alternativa de solución pacífica de controversias, el Órgano Judicial creó el Centro de Métodos Alternos de Resolución de Conflictos, donde con la asistencia de un mediador calificado, usted puede participar con su contraparte en un diálogo dirigido que lo puede llevar a un acuerdo, el cual puede presentarse ante el juez para que lo apruebe a través de una sentencia.
Las características de la mediación en el Órgano Judicial:
- No es aplicable si existe proceso de violencia doméstica.
- Es gratuita.
- Agiliza en forma sencilla la solución del conflicto familiar.
- Ayuda a mejorar la comunicación.
- Nadie lo juzga a usted ni a su contraparte.
- Son las partes interesadas quienes toman la decisión final.
- Los acuerdos pueden elevarse a resolución judicial (sentencia).
- Ambas partes ganan.
- Si se logra acuerdo, el nivel de satisfacción es mucho mayor al que les da una sentencia.
- Genera mayor nivel de compromiso porque la decisión vino de un proceso recíproco de reflexión y no por imposición de una autoridad.
- Se evitan casi todas las formalidades legales.
- Minimiza los costos que implica un proceso judicial conflictivo.
- SI NO LOGRAN CONCRETAR A UN ACUERDO QUE SATISFAGA LOS INTERESES DE AMBOS, SE PUEDE CONTINUAR CON EL PROCESO JUDICIAL.
- El mediador tiene el deber de confidencialidad, por lo que nada de lo que se diga durante el proceso de mediación puede trascender a terceros.
Para más detalles de los servicios del Centro de Métodos Alternos de Solución de Conflictos, puede consultar a la siguiente dirección: https://www.panamatramita.gob.pa/tramite/mediacion-2
Charlas Dictadas













